Hola bonit@s. Hoy estoy en el día 12 de la betaespera, a dos días del resultado. La experiencia es un grado para bien y para mal y como ya he tenido negativo y positivo, pues ahora creo que ya sé como me debería sentir si esta vez fuese positivo…y me da a mi que no, que va a ser un negativo como una casa de grande.
En el positivo la primera semana me la pasé sin síntomas. Fue en la segunda cuando me empezaron a entrar náuseas, dolorcillos de regla en el bajo vientre, pechos hinchados y con los granitos esos en los pezones…Ahora mismo tengo molestias en el pecho pero no tengo granitos, están hinchados pero no tanto, no sé bien como explicarlo. Están como «llenos», pero no tanto como la otra vez. No tengo náuseas, tengo insomnio (la otra vez todo lo contrario, me dormía por los rincones) y creo que tengo más hambre pero de la ansiedad que tengo, no porque esté embarazada. Además, esta mañana me he despertado con un dolor constante de riñones, sobre todo por el lado izquierdo, síntoma claro de que me va a bajar la regla.
Todo es una putada porque he salido de un periodo muy estresante en el trabajo y la ansiedad me ha venido toda de golpe. Dicen que esto es así, que mientras estás en medio de la vorágine ni tu cuerpo ni tu mente se dan cuenta, pero que cuando pasa todo es cuando el cuerpo se relaja y aparece la ansiedad. A mí es lo que me ha pasado, y justo coincidió con la transfer…pero que me costaba respirar y todo, una movida que seguro que no me ha venido nada bien.
Hoy, como veis, estoy un poco negativa. Bueno, en realidad he estado negativa casi toda la betaespera porque es verdad que eran dos embrioncines un poquito chunguis ya…»mis embrichunguis» como les llamo yo. También es cierto que cuando sobrevivieron los dos a la descongelación dije, ah pues mira qué campeones, lo mismo me dan una alegría. Pero a medida que pasan los días voy perdiendo la esperanza. Y voy cogiendo más miedo. Miedo, sí, porque los síntomas no son de beta negativa cero, me explico. Las dos veces que me ha dado negativa manché antes de que me dieran el resultado de la beta, los pechos se me desinflaron totalmente…por lo que me está dando por pensar que sea otra vez el calvario del mes pasado. Otra beta positiva baja que termina fatal. No me apetece nada volver a pasar por eso de nuevo.
No me apetece, no porque esté destrozada emocionalmente o triste o algo así, de verdad que no lo estoy. Ayer me preguntó una amiga que como lo llevaba, que lo peor debía ser el tema emocional…y le contesté que ahora mismo nos lo tomábamos como quien va a diálisis. Un poco frívolo, ya lo sé, pero os juro que es real.
Y es que esto no deja de ser un proceso. Vas, te transfieren los embriones, te sigues medicando, te dicen el resultado y vuelves a empezar. Al final lo hemos estandarizado tanto que las emociones se han ido perdiendo por el camino. No digo que esto sea algo malo, tampoco bueno…es así y punto, o por lo menos así lo estoy viviendo yo. Desde luego creo que es una manera sana (mentalmente hablando) de vivirlo, eso también lo digo.
Otra cosa que me olvidaba comentar es que cuando me ponía la progesterona durante el positivo el agujerito estaba como «cerrado», bastante estrecho. Esta vez está más holgado pero muchísimo más caliente que otras veces. No sé si esto es un síntoma o una paranoia mía pero os prometo que cuando introduzco el dedo aquello está super caliente…lo mismo es del celibato extremo que esto supone, yo que se.
Antes de terminar os cuento que ¡voy a empezar mi andadura en instagram! Sí amig@s, he decidido dar el salto, así que a partir de hoy, también podréis encontrarme por las redes como @infertilusion
Porque en el camino de la infertilidad, la ilusión es lo último de debe perderse…