Ser un/una fértil infértil

Hoy el mundo me ha vuelto a sorprender con otra gran frase creada por la estupidez humana. Hoy ya se han intentado meter hasta la cocina. Hoy, una vez más, me vuelvo a asombrar de la ignorancia de algunos, de su mala leche y de su insensatez.

Quizá sea culpa mía por seguir sorprendiéndome con estas cosas, quizá no debería molestarme con nadie cuando soy yo la que decide contar la historia libremente y, por tanto, soy yo la que da vía libre a todo tipo de opiniones, pero coño…creo que todo tiene un límite.

Resulta que una inspirada de la vida me ha preguntado que porqué no habíamos probado con la inseminación primero. Le digo que no éramos aptos, que teníamos más posibilidades si íbamos directamente a invitro. Esta persona ha seguido haciendo preguntas tipo, pero ¿es él? ¿eres tú? Por supuesto la he dejado con la duda porque, vamos a ver, espabilada…¿pero eso qué más da?

En esta historia no hay culpables, no hay ganadores ni vencidos. Mi gordi es mi marido y yo soy su mujer. Él es el futuro papá de mi golondrina y yo soy la mamá. Y si eso no ha pasado es porque somos infértiles, los dos.

Yo, libremente y sin coacciones como dije el día de mi boda, elegí a mi marido y él me eligió a mí como su mujer exactamente de la misma manera. No elegí un semen, no «le seleccioné» por su carga genética ¡no le escogí por sus pelotas, joder! Y él ni eligió un buen útero, ni una buena reserva ovárica, ni unas trompas permeables con las quien casarse, es que no me jodas.

En lo bueno, en lo malo y en lo peor. Somos un equipo y las alegrías y las penas las compartimos entre los dos. Y cuando en la cabecera de mi blog pongo «soy una treintañera infértil» es porque es así. ¿Puedo ser madre de un bebé de mi gordi sin ayuda? NO. Por tanto, ¿soy o no soy infértil? ¿Puede mi gordi ser el padre de mi bebé sin pasar por invitro? NO. Somos una pareja infértil y ¿sabes qué, idiota? que no pasa nada, que nos tenemos el uno al otro y que lo vamos a conseguir. Vamos a ser papás sea de la manera que sea. Vamos a tener nuestra hermosa familia, siendo aún más felices si cabe de lo que somos ahora.

Y mientras seguimos teniendo la gran suerte de tenernos el uno al otro, de amarnos, de respetarnos, de apoyarnos, de levantarnos el uno al otro cuando alguno de los dos cree no poder más, mientras tanto pequeña mía…. seguimos esperándote.

 

 

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s