Ya estáis conmigo, ya estáis dentro de mí. Es todo tan…contradictorio. ¿Cómo es posible estar contenta, asustada, triste y emocionada al mismo tiempo? ¿Por qué este proceso tiene que ser tan jodidamente largo y confuso? Sí, ese es el sentimiento: confusión.
El viernes fue el gran día. Ya me habían dicho que si no me llamaban es que todo iba bien, que mis guerreros seguían en pie y que seguíamos adelante con la transferencia, pero a medio día yo ya no aguantaba más la tensión y llamé a la clínica. La chica del laboratorio (que por la voz identifiqué que no era la becaria estúpida del otro día) me dijo que todo iba fenomenal y que los tres estaban bien. Por dios qué gran noticia.
Mi gordi vino a buscarme al trabajo y de camino a la clínica, aún sabiendo que mis pequeñines estaban bien, volví a sentir mucho miedo. Qué fuerte eh, que seamos capaces de sentir ese miedo maternal incluso antes de tenerles en la barriga.
Llegamos a la clínica, cogimos número y enseguida nos llamaron del edificio donde me habían hecho la extracción (donde tienen los quirófanos). Esta vez nos dejaron entrar a los dos, nos pasaron a una habitación exactamente igual que la de la otra vez y nos dieron batas verdes, patucos y gorros para cambiarnos.
Reparé enseguida que el que cantaba en el hilo musical esta vez no era Alejandro Sanz. Lo que sonaba era bandas sonoras de películas como Supermán o Star Wars. Me parto. No puede ser más ideal para motivar a mis pequeños en esta gran aventura, y además, oye, normalmente esas pelis de superhéroes tienen finales felices ¿no?
Al ratito llega la enfermera y nos dirige exactamente al mismo quirófano donde me realizaron la extracción. Allí nos espera el biólogo, quien muy orgulloso de su trabajo nos explica que está súper contento de cómo ha ido todo. Resulta que fue él mismo el encargado de la fecundación y decía que conseguir tres embriones de cuatro óvulos significa una tasa de éxito del 80%, una pasada según él. Añadió además que el hecho de que los tres hayan llegado al día de la transferencia e incluyo tengamos uno para vitrificar es una muy buena señal.
Cuando creíamos que no podían darnos ninguna noticia mejor en el mundo, nos dice que el que van a vitrificar es de calidad C y que de los dos que me iban a transferir, había uno que había evolucionado mejor y ahora era de calidad B. Insiste en que soy muy joven y no tengo problemas diagnosticados para pensar que esto va a salir mal, así que sin querer garantizar nada (como es normal) nos da mucha fuerza y muchas esperanzas.
Ahora llegaba un momento mágico, un momento que no voy a olvidar nunca. El biólogo nos dice que han grabado unos vídeos de mis chiquitines y nos muestra dos embrioncitos moviéndose, intentando dividirse correctamente, luchando por vivir, peleando por SER. Lo que vemos no son ocho células en división, te vemos a ti, golondrina, y a ti también, pequeño deseo. Os veo completamente despierta, esta vez no estoy soñando, estáis ahí de verdad. Fue tan emocionante…miré a mi gordi y tenía la misma carita que yo, caritas de futuros padres ilusionados, emocionados, aterrados…bufff.
El biólogo, al verme con lágrimas en los ojos decide dejarnos un momento a solas, abrazo a mi gordi y le digo que haga unas fotos a la pantalla. Después de todo este proceso, mis dos chiquitines tienen unas fotos únicas, unas que no tiene nadie (o muy poquita gente) en el álbum del bebé, fotos que representan nuestra lucha por ser una familia…son… fotografías de un sueño y, decidme, ¿quién es capaz de sacarle fotos a un sueño?
Entra la doctora, resulta que es la italiana-checa que me atendió una de las veces y que me pareció tan maja. Me subo en el potro (esta vez no me atan las piernas), mi gordi se sienta a mi lado y comienza a sonar a todo trapo la banda sonora de Indiana Jones. Simplemente…genial. Me imaginaba a mis peques trepando por mis entrañas, esquivando y superando obstáculos al ritmo de «pa-pa-rapaaaaaaaa pa-pa-raaaaaaaa pa-pa-rapaaaaaaaa pa-pa-rá-papá» cuando la doctora, bastante irritada, le ordena a la enfermera que por favor quiten esa música horrorosa o por lo menos que la bajen un poco, que la mami necesita tranquilidad y los embriones también, leches.
Total, una vez todos tranquilitos y con mi gordi cogiéndome tiernamente la mano, dan comienzo al proceso. La enfermera gira la pantalla del ecógrafo, me pone un líquido frío en la tripa y me hace la eco. La doctora nos va explicando en todo momento lo que va sucediendo y el biólogo que acaba de entrar con una grabadora en una mano y la cánula con mis chiquitines en la otra dice alto y claro «Nahia, dos embriones». Le entrega la cánula a la doctora, la introduce y voilá, ahí estáis.
En la pantalla hay dos gotitas blancas y aunque ya sabía que eráis vosotros, la doctora nos lo confirma. No puedo evitar tocar la pantalla con el dedo, como si pudiera acariciaros, mientras digo (sin darme cuenta) en voz alta «quedaos conmigo…por favor». Puedo adivinar una sonrisa dulce escondida tras la mascara de la doctora, quien me dice: «eso es, háblales, que sepan que les estáis esperando». La señora es… para comérsela con patatas, vamos.
Una vez terminada la transferencia, me dejan ahí tumbada un ratito. A mi gordi y a mí no nos hace falta ni hablar, nuestras miradas lo decían todo. Qué de sensaciones…es como si tuvieras algo al alcance la mano y estuvieses rozándolo con la punta de los dedos. Algo tan frágil, tan delicado, que como le des un manotazo lo pierdes para siempre. Qué tremendo todo.
Nos llevan de vuelta a la habitación y vuelve a sonar el hilo musical. Allí estábamos, los dos cogidos de la mano, acariciando mi barriga, sabiendo que en ese momento, en ese preciso instante el sueño era una realidad…éramos cuatro. ¿Qué canción elegiríais si tuvierais que ponerle banda sonora a ese momento? El destino, la magia del momento o simplemente la casualidad quiso decidir por nosotros: Wonderful Life
Here I go out to see again
The sunshine fills my hair
And dreams hang in the air (claramente)
Gulls in the sky and in my blue eye (aquí cambiaría las gaviotas por la golondrina jaja)
You know it feels unfair (pero…¡¡TOTAL!!)
There’s magic everywhere
Look at me standing
Here on my own again (esta vez mi gordi está standing aquí a mi ladito)
Up straight in the sunshine
No need to run and hide
It’s a wonderful, wonderful life
No need to laugh and cry
It’s a wonderful, wonderful life
No me digáis que no es absolutamente increíble…¡mágico! Pues juro que es ¡¡a total true story!!
Aún seguíamos un poco hipnotizados por el momento cuando la enfermera entró para devolvernos a la realidad. Me dijo que no he pasado la toxoplasmosis (cosa que no entiendo porque he tenido gatos toda la vida) y que desde ese momento tenía que actuar como si estuviese embarazada, es decir, nada de embutido, carnes muy hechas, verduras y ensaladas súper bien lavadas, nada de alcohol, nada de fumar (o lo mínimo posible), ácido fólico todas las mañanas, tres cápsulas de progesterona al día, etc, etc, y que ese fin de semana hiciese reposo absoluto (cama-sofá, sofá-cama).
Esto creo que es, como mínimo, controvertido. Sabes que está todo el pescado vendido, que tienes a tus pequeñines contigo, que tienes que actuar como si estuvieras embarazada, que tienes incluso síntomas (por la medicación, tipo, pechos súper-mega-hinchados, barriga hinchada, estreñimiento máximo, dolores abdominales…), te medio obligan a creerte de verdad que estás embarazada, pero ay amiga, hasta dentro de dos semanas no sabrás nada y claro está, puede que no lo estés. Eso, psicológicamente, no tiene que ser sano, a mí no me fastidies.
Desde el día de la transferencia (hoy hace tan sólo cuatro días) creo que he pasado por todos los estados de ánimo posibles. Y aún me quedan diez días más. Había leído que la beta espera es horrible pero…madre mía, quien beta espera desespera seguro.
El lunes que viene, en 6 días, debería tener mi primer retraso. Ojalá. Ya me han informado de que ese retraso no significa un embarazo ya que la medicación puede hacer que se retrase la regla, pero bueno, no manchar sería una buena señal, por lo menos sería la señal de que hemos superado una etapa más. No quiero volver a ver la señora de rojo en mucho tiempo, en serio lo digo. Sobre todo porque esta vez creo que no vendría a arañarme el corazón sino a abrirme las heridas en canal y esparcir sal en cada una de ellas.
Espero que esta historia tenga un final feliz. De momento os acaricio, sé que podéis sentirme, que podéis oír tanto lo que expreso con palabras como lo que constantemente os susurra mi corazón. Quedaos con nosotros.
Uy! Me emocioné:) hasta que leí tus anotaciones en la canción, claro! Jajaja
No sabía que con FIV te hacen el análisis de toxoplasmosis desde el principio. A mí me lo acaban de hacer ahora, a las 9 semanas.
Acarícialos y, porfa, que tu gordi les de un besito de mi parte, que tú no alcanzas:)
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hecho!! Y uno muy fuerte para ti y para tu tripita también!! ❤
Me gustaMe gusta