Hoy es el décimo día de la betaespera. Hoy hace diez días de la transferencia. Hoy mis chiquitines tienen 13 días. Hoy es un día clave porque tengo mi cita con la de rojo y, afortunadamente, aún no ha llegado.

A tan sólo cuatro días de saber si seguimos adelante tengo miedo, sobre todo de ir al baño, cosa que ocurre muy a menudo porque tengo muchísima sed y claro, tanto líquido tiene que salir por algún lado. Cada vez que voy y tengo que limpiarme cierro los ojos fuerte, fuerte, contengo la respiración y pienso «por favor, por favor», a continuación miro el papel minuciosamente en busca del más mínimo rastro rosa, marrón o rojo y al ver un blanco nuclear vuelvo a respirar de nuevo. Esto, 20 veces al día.

Hace un par de días que mi cuerpo ha vuelto a cambiar. Se me ha deshinchado el pecho, la tripa y ya no estoy estreñida, más bien todo lo contrario. Esto me ha desanimado muchísimo, me hace pensar que no lo hemos conseguido y que hay que volver a empezar. La verdad es que estoy bastante triste y aunque haya leído que no te puedes fiar de ningún síntoma, tanto si los tienes como si no puede ser embarazo, yo ya no tengo muchas esperanzas.

Lo único que me anima un poco es que cuando me pongo la progesterona me noto el orificio vaginal diferente. Pero claro, como todo lo demás, puede ser por la medicación. El orificio en cuestión está como más estrecho, como si estuviese hinchado. Y puedo tocar algo, como redondito, no se lo que es…por lo que he leído en internet podría ser el cervix que desde las primeras semanas de embarazo se pone muy bajito para impedir la entrada al utero de semen o bacterias. El cuerpo humano es increíble y el de la mujer más todavía.

Sigo teniendo más hambre de lo normal, aunque creo que es la ansiedad. También sigo cansada, aunque me cuesta un poco más quedarme dormida. Pero sí, si tuviera que definir en una palabra como estoy es sin duda…triste. Ojalá me equivoque, ojalá salga bien y dentro de nada vuelva por aquí con buenas noticias. De momento no me quejo, no son malas. Mientras la de rojo no aparezca hay esperanzas, mi pequeño pajarito. Agárrate fuerte a la barriga de mamá, cierra bien las puertas y no la dejes pasar. Hay veces en las que los sueños se cumplen, así que de momento golondrina mía, sigamos soñando juntas.

Quién sabe.. ¿y si esta vez es la nuestra?