Bueno, pues por fin, después de casi tres años, parece que vamos a volverlo a intentar. No quería dejar de contaros cómo se han sucedido los acontecimientos porque ya no sé si las casualidades existen, si es una señal, si estoy loca (que puede ser)…¡A ver qué opináis vosotros!
Resulta que por la mañana recibo la llamada de la clínica donde lo intentamos por primera vez (por lo privado). Me dicen que sigo teniendo allí el embrioncillo congelado y que qué voy a hacer con él. Quedan en enviarme las opciones por correo postal pero básicamente consisten en:
- Conservarlo: 600€ al año, más los 600 del año 2018 que no he pagado
- Cederlo a otras parejas: ¿hola? estaría estupendo que yo no tuviese hijos y otra pareja tuviese un hijo con mi embrión
- Cederlo a la ciencia: Esto no me disgusta del todo…pero tengo dudas
Todo lo que tiene que ver con aquella clínica me deja bastante triste, por lo que esta llamada ya me dejó tocadilla. Afortunadamente, tenía cita con el endocrino esa tarde y salí un poco antes de trabajar. Ya tenemos regulada la dosis de Eutirox y el hipotiroidismo no me está dando la lata, aunque sigo teniendo controles rutinarios para ver que todo está bien.
Cuando llego a la clínica y entro en la consulta, el endocrino (que es un chico encantador) me recibe con su mejor sonrisa. Empieza a observar los resultados de la última analítica y aquí es donde empieza lo surrealista:
Endrocrino: Vaya, veo que vas un poco pasada de dosis, mira, ahora mismo estás regulada para favorecer un embarazo de primer trimestre (me enseña las tablas).
Yo: La verdad es que ahora me encuentro bastante bien, pero como tú me digas.
Endocrino: ¿Estabas esperando la llamada de repro de la SS, verdad? ¿Aún no has empezado el proceso?
Yo: No, que va. Me llamaron hace unos meses para decirme que la planta de repro del hospital estaba de obras y que iban a tardar más de lo esperado…así que no creo que empecemos hasta enero porque dentro de nada están aquí las navidades, ya sabes…
Endocrino: Ya, jolín, conozco muy bien ese hospital y es en la única planta en la que han hecho obra…tiene narices, pero ¿sabes qué? Mira, yo soy un hombre de ciencia y te digo que si no ha sido antes es porque no tiene que ser, todo influye y es porque tu bebé tiene que tener una genética y un adn determinado, de verdad, creo mucho en que estas cosas pasan cuando tienen que pasar para que tu bebé sea quien tenga que ser
(le interrumpe mi teléfono)
Yo: uy perdón…
Me disponía a colgar cuando veo que es el nº ese largo típico de una centralita. Me da un vuelco el corazón y le digo tímidamente…
Yo: tengo que cogerlo…
¡ERA LA LLAMADA DE REPRO!
Repro: ¿Fulanita de Copas? Sí, mira estás a la espera de una FIV ¿verdad?
Yo:¡Sí!
Repro: ¡Pues se acabó la espera! Tienes cita el 31 de octubre.
En esto que me empieza a dar indicaciones que ahora comentaré y yo directamente le quito al endocrino (recordad que sigo en la consulta) el libro de recetas y un boli y apunto ahí todo lo que me dicen de repro (que por cierto, ¿no pueden hablar más despacio? ¿no entienden que con los nervios nos enteramos de la mitad?)
No me digáis que no es casualidad…
Pues resulta que esto no acaba aquí. Tengo una amiga que se fue a Inglaterra a vivir hace miles de años y habíamos decidido (por fin) ir a verla. ¿Adivináis que día tenía el vuelo? Exacto, el 31 de octubre. Me encanta. Si sale bien todo esto voy a llamarle Ryan, de Ryanair ¡porque me han clavado lo más grande por cambiar el vuelo! Pero sinceramente, no me importa en absoluto. No creo que haya tenido una razón más preciosa para cambiar mis planes. De hecho, espero que este sea el primero de muchos cambios en mi vida.
Cuando llegué a casa y pude hablar de todo con esto con mi marido, tomamos una decisión importante: esta vez no lo vamos a contar. Ni a familia, ni a amigos. Solo lo saben los de mi ofi (porque les queda una temporada bonita de aguantarme a mí y a mis hormonas locas), mi amiga de Inglaterra (por obvias razones) y bueno, ahora vosotros…¡guardadme el secreto!
Lo decidimos así porque este proceso te roba muchas cosas y no queremos que nos robe el momento de poder contarlo cuando nosotros queramos. No quiero que me llamen preguntándome ni cómo estoy, ni cómo lo llevo, ni cuánto me tengo que pinchar, ni si me duele o me deja de doler, ni nada. Nada. Yo sé que lo hacen con la mejor de las intenciones pero yo ya lo he vivido y quiero que esta vez me dejen en paz, que en este proceso estemos los dos, que sea nuestro y punto. Y sobre todo quiero que, si sale bien y me quedo embarazada, podamos decidir cuándo contarlo nosotros y no las llamadas de después del pinchazo del final de la betaespera.
¡Volvemos a la carga, amigos! La verdad es que estoy ilusionada, no os lo voy a negar, estoy como loca. Pero también sé que se avecinan tiempos de nubes y claros, de ups and dows, de sonrisas y lágrimas, ay madre, tantas lágrimas…Sin embargo siento que esta vez es distinto, ya tengo mi casa nueva, mi marido está conmigo cada día (la otra vez recordáis que él por trabajo vivía en el norte de España), sé que va a poder acompañarme a todas las citas o por lo menos a las más importantes, no voy a tener que pasar la betaespera sola…es diferente, me siento fuerte y estoy en una época emocional bastante estable.
Deseadme suerte…
Me alegra muchísimo volver a leerte.
A por todas luchadora!!!
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Muchas gracias linda!!! un beso grande!!
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